Redacción AfroKuba
Luis Mariano Carbonell Pullés, tal fue su nombre completo, nació en Santiago de Cuba hace ahora un siglo, el 26 de julio de 1923. De la madre maestra recibió las primeras nociones en el arte de recitar, junto con sus dos hermanas mayores; niño aún estudió solfeo, teoría y piano con la profesora de origen catalán Josefina Farrés.
A los 15 años ya es profesor de inglés e incursiona en el violín, aunque poco después regresa al piano y se presenta en diversos escenarios hasta que un día lo contratan en la emisora santiaguera CMKC como pianista acompañante.
Según el investigador Leonardo Depestre, Carbonell conoció en Nueva York a los maestros Ernesto Lecuona y Gilberto Valdés a través de Esther Borja. En aquel año de 1947 debutó en un programa de poesía afrocubana de la National Broadcasting Corporation, destinado a la América Latina, y en Carnegie Hall.
En la década de los 50 trabajó en Cuba el actor cómico y presentador argentino Pepe Biondi, quien desde que escuchó a Luis Carbonell aseguró que no era recitador sino una especie de pintor de acuarelas de las costumbres cubanas. Un buen día lo presentó como el acuarelista de la poesía antillana… y así quedó.
Ferviente admirador de la poesía y, en especial, de la de Nicolás Guillén, poco a poco Carbonell fue descubriendo a otras figuras relevantes como los cubanos Emilio Ballagas, José Zacarías Tallet, Félix B. Caignet, el chileno Pablo Neruda, los venezolanos Manuel Rodríguez Cárdenas y Aquiles Nazoa, el puertorriqueño Luis Palés Matos, los españoles Federico García Lorca y Alfonso Camín… haciendo de la obra de cada uno de ellos una creación irrepetible.
Dechado de modestia y sabiduría, Luis Mariano recibió la Orden Félix Varela, el Premio Nacional de Humorismo y el Premio Nacional de la Música. Murió a los 90 años, el 14 de mayo de 2014 en La Habana.
Una crónica es un latido
“Lo conocí varias veces y en Santiago de Cuba y La Habana. Lo vi actuar en vivo y siempre me dejaba sin palabras. Me encantaba cómo amaba a su tierra natal. Conversé con él, tuve ese privilegio. Un minuto con él era toda una clase”, nos cuenta Cedeño Pineda y añade:
“Un día me salió esta crónica de un tirón, primero para la prensa escrita. Fue ganadora en el X Concurso Nacional de la crónica “Miguel Ángel de la Torre” en 2015 y me dije que debería hacer una versión radial y para eso convoqué al musicalizador Jailer Cañizares de Sancti Spíritus. No me apuré hasta que encontré la ocasión, una crónica es un latido”, afirma. AfroKuba comparte la siguiente crónica radial del periodista y escritor Reinaldo Cedeño Pineda, en homenaje a Luis Carbonell en su AfroKuba comparte la siguiente crónica radial del periodista y escritor Reinaldo Cedeño Pineda, en homenaje a Luis Carbonell en su centenario.
