La Tumba Francesa, 160 años

Con un espectáculo esta noche en el corazón urbano, el parque Carlos Manuel de Céspedes, los integrantes de la legendaria agrupación recibirán el homenaje de los santiagueros y ofrecerán la gracia de sus evoluciones danzarias, cantos y toques de sus instrumentos ancestrales.

Foto tomada de Internet

En declaraciones a Prensa Latina, Andrea Quiala, presidenta de la agrupación a sus casi 80 años, y Kelly Figueroa, su hija y vicepresidenta, con cerca de 40, apuntaron que son 25 los integrantes, quienes representan una notable trayectoria de tocadores, cantores y bailadores.

Ellas remarcaron la juventud que prevalece entre los “tumberos” a pesar del siglo y seis décadas transcurrids, lo cual demuestra la garantía de continuidad en la preservación de auténticas tradiciones populares a partir del tronco original de la familia Venet-Danger.

Aludieron a Flavio, el adolescente de 15 años, hijo de Kelly, que es el más joven “tumbero” en una tradición que ha sobrevivido al paso del tiempo y conserva las marcas originales en los bailes franceses de salón mezclados con danzas y toques africanos.

Especificó Andrea que en cada presentación artística del colectivo su hija funge como gobernadora o mayora de plaza, quien dirige las evoluciones en el salón, un espectáculo que en su sede, en el centro histórico de la ciudad, atrae a decenas de turistas de las más disímiles latitudes.

“Aquello es lo máximo, los extranjeros llegan y quedan como extasiados, les encanta lo que hacemos y están sentados pero moviendo los pies y bailando”, dijo la presidenta de la Tumba, quien agregó que al finalizar terminan con una euforia y una alegría que dan gusto.

Lamentó que no suceda exactamente así con el público nacional, por lo cual se requiere mayor promoción y conocimiento de ese baluarte raigal de la cultura cubana y mundial, declarada Patrimonio Mundial por la Unesco desde el 2003.

La “Caridad de Oriente” es testimonio vivo de la influencia gala en el sur-oriente de la Isla, donde se mantienen activas la Santa Catalina de Riccis y de Bejuco, en la ciudad de Guantánamo y en la zona rural de Sagua de Tánamo, en Holguín, respectivamente.

Fundada el 24 de febrero de 1862 como Lafayette recibió la denominación actual desde el homenaje que en 1905 rindió a la Virgen de La Caridad del Cobre, Patrona de Cuba.

Tomado de Prensa Latina

Eterno homenaje al Caballero de la Rumba

Cuando se menciona a Miguel Ángel Mesa Cruz muchos lo recuerdan como el hombre trabajador que fue. Pero decir Miguel Ángel Aspirina será la clave segura para reconocer en Cuba y el mundo al Caballero de la Rumba.

Desde la pequeña ventana de su hogar materno se escapó su espíritu al sonido de los coros de clave y  guaguancó de aquel solar de afrodescendientes, donde la cultura ancestral sustituyó a las letras y los números.

Adela Francis llegó un día de Jamaica buscando mejoría y encontró tanto o más trabajo que en su tierra natal. La vida no le dio quizás la alegría soñada, pero la bendijo con hijos repletos de música de la cabeza a los pies. Hoy llenan de gloria a la villa habanera con el canto, el baile y el toque magistral en cada celebración yoruba o abakuá.

Pero su quinto retoño marcó la diferencia. Sin dejar de esforzarse en su centro laboral para llevar el sustento a la familia, aprendió la esencia de la rumba y se integró a grupos de aficionados en sus horas de descanso. Compositor de temas que incluyen la clave, la columbia, el yambú y el guaguancó, improvisador memorable, cantó y bailó con espectacular dominio.

El Conjunto Folclórico Nacional de Cuba reconoce el aporte de Miguel Ángel y sus hermanos a la música cubana, como los rumberos mayores. Su contribución en el disco ¿Dónde andabas tú Acerekó?, laureado con el Grammy Latino en el 2005, bastaría para honrar su vasta obra.

El Comité Organizador de Cubadisco 2008 le otorgó una moneda conmemorativa por su participación en el espectáculo La Rumba más larga.

La vida extensa de Miguel Ángel Mesa Cruz se apagó cuando ya había sido declarado Memoria Viva en su querida Guanabacoa. Allí donde él y sus hermanos heredaron del mayor de los primogénitos el apodo de Aspirina, nadie duda, lo que Adela Francis aseguró en una entrevista: «Mientras exista un Aspirina, la rumba no morirá».

En video: Miguel Ángel Mesa Cruz interpreta «Columbia»

Tomado de: Cadena Habana

¡Maferefún, Benny!

Si tengo un hermano. Alvérico Veloz

En Santa Isabel de las Lajas nació una de las grandes figuras de la música de Cuba. En el barrio La Guinea está ubicado el Cabildo de Los Congos de Lajas donde Benny Moré, siendo aún niño, aprendió el arte de la más auténtica cultura afrocubana. Con más de noventa años Alvérico Veloz nos cuenta sobre su amistad con el Bárbaro del Ritmo.

Créditos del documental:

Dirección general: Miguel Ángel García Velasco

Fotografía: Carlos Jiménez y Juan Carlos Llapur.

Foto fija: Nanette García.

Edición y montaje: Omar Travieso.

Agradecimiento especial: María ElaineHernández.

Año: 2020.

Duración: (17.23)

Caricatura de Benny Moré

Museo municipal Benny Moré

El Museo Benny Moré (Santa Isabel de las Lajas, Cienfuegos) atesora archivos, documentos y objetos de importantísimo valor del genial artista. A esta institución nos acercamos con el objetivo de conocer algunos datos poco divulgados sobre uno de los cubanos más conocidos a nivel mundial.

Museo de Lajas

 

Créditos del documental:

Dirección general: Miguel Ángel García Velasco.

Camarógrafo: Juan Carlos Llapur.

Edición y montaje: Omar Travieso.

Año: 2020

Duración: (13.50)

Benny Moré y el Cabildo Congo de Lajas

Considerado uno de los cantantes cubanos más polifacéticos, se mantuvo fiel a la herencia musical de la isla. Conocido como “El Bárbaro del Ritmo”, vio la luz por vez primera el 24 de agosto de 1919, ese día en el pueblo de Santa Isabel de las Lajas se había encendido un eterno haz de luz con el nacimiento de su hijo predilecto.

Santa Isabel de las Lajas, pueblo al cual le dedicaría uno de sus más emblemáticos temas; Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez, el primero de dieciocho hijos de una familia negra y pobre cuyas necesidades le obligarían a cambiar la escuela por el trabajo al culminar solo el cuarto grado.

De niño tuvo un acercamiento al Cabildo Congo de Lajas, situado a solo metros de su casa, esa influencia fue determinante para su futura carrera como músico, con ellos aprendió a tocar el insundi, los tambores yuka, los de makuta y bembé, invocadores de deidades (orishas), con los cuales cantaba y bailaba a la perfección, e interpretaba el son, la guaracha y la rumba. El valioso aval de tener como antepasado a figura tan ilustre como el primer rey de los congos hizo que los descendientes de la cofradía, fundada en el siglo XIX por un grupo de negros congos libertos, brindara siempre al Benny especial reconocimiento por la jerarquía de su origen.

En ese sentido pensemos que primero surgió el Cabildo, su gente, su cultura y después entonces apareció la gran y transcendental figura de la música cubana, es imposible separarlos; no existe Benny sin Cabildo Congo de Lajas sin Cabildo Congo de Lajas sin Benny.

Estamos en presencia del grupo tradicional Cabildo Congo de Lajas, tiene sus precedentes cuando el templo fue construido en 1886, desde antes ya se tocaba makuta (baile principal y más popular de los congos en la región central de Cuba) en los barracones de esclavos para celebrar la fiesta de fin de molienda y fin de año, amenizados por los toques y bailes durante los festejos ceremoniales existentes en estos Cabildos de Nación, hasta la primera mitad del siglo XX. 

Esta institución ha aglutinado y acogido durante más de un siglo a los descendientes de esclavos de origen bantú existentes en esta amplia zona azucarera, es considerado como el reservorio más importante de las tradiciones culturales de origen congo del centro de Cuba; junto al Cabildo Kunalungo de Sagua la Grande y el Kalunga de Trinidad, por lo que ha posibilitado la supervivencia de numerosos rasgos (bailes, costumbres familiares, comidas, rezos, cantos y términos), representando un importante legado para éstas y las futuras generaciones en el acercamiento a la influencia africana y sus esencias en la cultura cubana y universal.

Como en casi la totalidad de estas asociaciones, en sus inicios sus integrantes eran originarios de la cultura bantú, principalmente libertos de los ingenios Santa Susana”, Santísima Trinidad y sobre todo del ingenio azucarero Caracas, quienes se fueron asentando en La Guinea, registrados como los Terry, respondiendo a la disposición y ralea en aquella época de llevar consigo el apellido de su propietario; adjudicándose el apelativo del legendario y reconocido terrateniente Tomás Terry.

Varias fueron las familias de la barriada que con el tiempo se fueron sumando como adeptos y asociados, dentro de las que se encontraban los Benítez, Armenteros, Palacios, Olano, Moré, Madrazo, Sarría, Peñalver, entre otros, al pasar el tiempo dado el proceso de transmisión generacional su membresía ha sido suplida por sus propios descendientes, así como por los demás vecinos del populoso barrio lajero.

El Casino San Antonio fue fundado en 1844 por esclavos de origen bantú en los barracones del ingenio Ciudad Caracas, ya en 1855 se trasladó definitivamente a lo que es hoy Santa Isabel de las Lajas, resistiendo por más de un siglo varias épocas de incomprensiones y francas acciones por su desaparición, pero por fortuna, hoy constituye una parte importante del patrimonio cultural de la región central de Cuba. El Casino de negros en Lajas, como muchas otras asociaciones de la cultura conga de América, tomó el nombre de San Antonio (“Masamba”) por ser este el patrón de Portugal, país que concentró la mayor cantidad de comerciantes esclavistas de la zona bantú y, por tanto, fue el primero en obligar a adorar y que originó en estos grupos africanos el proceso de transculturación cultural, cualitativamente diferente a los del componente etnodemográfico yoruba o lucumí.

Benny Moré: “Yiri, yiri, bon” obra del compositor, cantante, bailarín y actor habanero, Silvestre Méndez “Tabaquito”. Tomado de YouTube

Benny Moré: “Yiri, yiri, bon

Dentro de su formación histórica y antropológica se fueron asimilando disimiles ingredientes de tipo cultural ya impregnados desde la vida en los antiguos barracones, resalta los propios bailes y toques mantenidos hasta nuestros días, así como la fabricación de los originarios tambores de fundamento utilizados en los toques makutaofrecidos a San Antonio (“Masamba”), muy similares a los que fueron construidos en África de igual tipología, confeccionados a base de un tronco robusto perforados con fuego de forma fusiforme, ancho en la cima y estrecho en la base, se caracterizan por poseer un parche, se tocan por un solo lado y presentan gran sonoridad; se denominan “caja” y “quimbando”.

En sus inicios se utilizaban unas maraquitas de güira cimarrona, las cuales eran sostenidas en las manos del cajero para darle más sonoridad al toque, se utilizó también la guataca, en las ocasiones que he asistido a sus ceremonias por más de quince años y no he presenciado estos últimos instrumentos.

Uno de los tambores, específicamente la “caja” tiene pintado un escudo cubano y un letrero Centro Africano de Lajas, el cual fue colocado en la pseudoRepública. La ya nombrada makuta se considera también como el baile principal de la fiesta de fin de molienda, con influencia del “pavasan” de origen bantú. Se le denomina así al toque, canto y baile que se realiza con mucha agilidad en las piernas y movimientos muy fuertes. Se venera a la deidad “Masamba” -San Antonio de Padua en el catolicismo-, por lo que los presentes hacen honor frente a su alegórico altar, muchos con ofrendas, mientras otros le cumplen con rezos. Después del Juramento de la bandera se realiza un círculo, previamente se habrán colocado los tambores y los tocadores en su centro con la solista y al compás del canto en lengua conga en forma de filas y círculos, bailarán girando hacia un lado y hacia otro. 

Este baile festivo se denomina “ringuinda”, cuentan algunos informantes que antiguamente se situaba una nieta, descendiente de ellos en el centro del coro, la cual tenía ciertas habilidades para los cantos alusivos al género, para así mantener viva esta tradición. En varias ocasiones en la actualidad he presenciado este elemento que, sin duda, significa mantener viva la tradición a través del sentido de continuidad.

Los cantos están formados a base de frases breves que se reiteran, cantados por una solista y un coro que la acompaña. Los tres primeros son dedicados a San Antonio (“Masamba”), por ser este el patrón. En el primero, el abanderado baila frente a él con la bandera, acompañado por un vasallo que lleva en sus manos un jarro con agua y una botella de aguardiente (malafo), a partir del segundo canto comienza a jugar un importante papel el abanderado, el cual va despojando puertas y ventanas con movimientos fuertes ondeando magistralmente la bandera. Al concluir la primera parte de esta ceremonia los presentes besan la insigne cubana en señal de respeto.

Documental “Benny Massamba” producido por AfroKuba

Benny Massamba

En el barrio de la Guinea se encuentra el Casino de los Congos, sitio donde encontramos al grupo portador de la cultura cubana Cabildo Congo de Lajas, referente actual como parte de los procesos de salvaguardia. Por su importancia para la cultura cubana ha sido objeto de un proceso de seguimiento y atención por más de una década, ha sido consecuente y sistemático el acompañamiento y atención por parte del Consejo Nacional de Casas de Cultura, además de ser la sede y motivo esencial en las celebraciones del Taller Nacional Cultura–Identidad, donde anualmente acuden al forum con sus estudios los más importantes investigadores de la cultura popular tradicional del país. 

Caricatura de Benny Moré por Esteban Isnardi

Sin duda, esa bandera cubana con la estrella solitaria y las tres franjas azules, con las dos blancas y el triángulo rojo que desfila por los espacios del Cabildo acompañada por los auténticos cantos, toques y bailes ahuyenta con su poder de soberanía los malos espíritus, al tiempo que le cuenten a los visitantes y foráneos, que no falte encontrarse con el gran Benny Moré, quien desde sus tempranos cinco años bebía de sus entrañas, ese gran músico y cubanísimo, pero que sepan también que su legado se generó de forma empírica a través de los sonidos melódicos del cuero devenidos de esos tambores que un día vinieron del África lejana para ser parte de la esencia y la identidad cubana. Sin duda, representa una joya indiscutible que atesora el Patrimonio Cultural de Nación.

Escrito por: Por Rafael Lara González. Metodólogo de Tradiciones del Consejo Nacional de Casas de Cultura

Tomado de:

https://cidmucmusicacubana.wordpress.com/2021/08/24/no-existe-benny-more-sin-cabildo-congo-de-lajas-ni-cabildo-congo-de-lajas-sin-benny-more/

Benny Massamba y el Cabildo de Lajas en el Canal Habana

Benny Massamba es uno de esos audiovisuales que ayuda a conocer, la génesis de la cultura conga

Miguel Ángel García Velasco: director del proyecto

Siempre resulta interesante acercarnos a las expresiones más raigales de la cultura popular y tradicional cubana, sobre todo si están relacionadas con el misticismo llegado de África.

Benny Massamba es uno de esos audiovisuales que ayuda a conocer, en alguna medida, la intríngulis de la cultura conga, desde la manera en que se mantienen vivas en el Cabildo Congo de Lajas, la tierra donde nació Benny Moré.

Producido y dirigido por el etnólogo Miguel Ángel García Velazco, en fecha cercana llegó a la señal del Canal Habanaa través del espacio Breves Estaciones este interesante trabajo, resultado de una investigación sobre la que conocimos dialogando con el estudioso.

“Hace tiempo en mi trabajo como etnólogo y musicólogo estuve muy interesado en la figura de Benny Moré”.

“Ese interés me llevó hasta el Cabildo Congo de su ciudad natal, donde reprodujimos la ceremonia que allí realizaron a su féretro con una bandera cubana, cantos y toques ancestrales, algo que había despertado mi curiosidad”, confiesa García Velazco.

En ese Cabildo adoran a San Antonio, a quién tienen sincretizado con Massamba», añadió el investigador.

Como resultado de su pesquisa el académico logró trazar paralelos entre la singular manera de cantar del Bárbaro del Ritmo, sus conocidas cualidades vocales y registros, y lo aprendido en este Cabildo.

En el documental los televidentes pudieron disfrutar de la ceremonia y de entrevistas a portadores de esa cultura.

“En las investigaciones constaté mis intuiciones sobre la “magia” que el Benny tenía y esa forma de cantar cualquier género, algo que comenzó desde pequeño y con las radiaciones de los ancestros congos”.

El título del audiovisual se corresponde con la relación que estableció el realizador entre Moré y la deidad que rige el Cabildo, con lo que pondera la figura del bardo cubano y su significado para los de esa región.

A los aportes personales que obtuvo de estas historias el investigador hizo referencia:

“Hay muchos tipos de riquezas, hay quien valora más las materiales, para mí estos y otros conocimientos obtenidos desde las investigaciones me hacen sentir multimillonario”.

“La riqueza espiritual que me aportan, el conocimiento y la posibilidad que me brindan de compartirlos, desde los audiovisuales, son de un altísimo valor”.

Benny Massamba fue una acertada propuesta de la señal televisiva de la capital cubana, que además puede ser disfrutada desde las redes sociales y el sitio web Miguel Ángel García y Afrokuba Afimaye (Facebook), Afrokuba (YouTube), y wwwafrokuba.net.

Tomado de www.envivo.icrt.cu

AfroKuba, esencia, tradición y patrimonio

Las perlas negras de la danza cubanaes el título de la serie que produce actualmente el Proyecto Etnovisual AfroKuba y cuyo primer capítulo estará dedicado al bailarín y coreógrafo Julio Arozarena. La primicia la conocemos justamente a través de su realizador, el profesor Miguel Ángel García Velascoquien ha cursado, entre otros, estudiosde comunicación social en Universidad de La Habana, etnomusicología en la UNED y documentales en EICTV, entre otros. Ha sido director artístico, organizador y promotor de festivales, conciertos y eventos culturales en Cuba y Europa.

Al frente del Proyecto AfroKuba, el profesor Miguel Ángel García Velasco ha realizado medio centenar de documentales, entre los que se pueden mencionar: Tras las huellas de los ararás cubanos, 2010; Niño de Cañamazo, 2015; Asere Crúcoro (saludos a los presentes), 2016; Orquesta Cubana de Música Moderna, “nuestra verdadera escuela”, 2019 y Sulkary, medio siglo después, 2020.

García Velasco es miembro de la Unión de Escritores y Artistas de cuba (UNEAC), del Consejo Científico del Museo Casa de África, fundador del Coloquio Internacional de Investigaciones de las Religiones Afroamericanas «Rafael Robaina Jaramillo» deI Instituto Cubano de Antropología de Cuba (ICAN).

Pertenece a la Sociedad Iberoamericana de Etnomusicología (SIBE); a la Sociedad suiza de Etnomusicología (SEM-CH) y a la Asociación Internacional de Estudiosos de la Música Popular-Rama latinoamericana (IASPM-AL).

Además, ha impartido charlas y conferencias en distintas universidades dentro y fuera de Cuba. Entre estas, la Universidad Complutense de Madrid —invitado por la Doctora en Ciencias Victoria Eli— y participó en las actividades por el aniversario 200 de la música en América Latina en Ciudad de México.

Miguel Ángel García Velasco. Director del proyecto Afrokuba

¿Qué es AfroKuba y bajo qué circunstancias se funda este proyecto?

― AfroKuba se fue armando por sí solo ―para decirlo de alguna una forma― no se conformó por la voluntad divina. Fue el resultado casual de mi trabajo de doctorado, donde hice entrevistas a rumberos de Matanzas, de La Habana y de otros lugares de Cuba, y también por el trabajo de una tesis doctoral sobre el estudio multidisciplinario del flamenco, donde trabajé el tema de la rumba: la flamenca, catalana, congolesa y la cubana.

En esa historia conocí Miguelina Baró, sacerdotisa del mundo de los Arará, enel municipio matancero de Jovellanos, quien en esos momentos dirigía el Cabildo de San Manuel, fundado en 1920. Miguelina, además de ser una sacerdotisa muy respetada era una gran rumbera. El municipio de Jovellanos es un punto de inflexión donde hay varias mujeres que han hecho historia en la música, como fue el caso de Andrea Baró, muy admirada.

Después de conocer a Miguelina me di cuenta que el mundo de los Arará era casi desconocido —exceptuando las investigaciones realizadas por María Elena Vinueza, alumna de Argeliers León y directora del Departamento de Música de Casa de las Américas—.

Poco a poco me fui introduciendo en este mundo, hasta que por necesidad de la propia investigación, nació este proyecto que abarca música, danza, ceremonial, religiosidad, etnología, etnología visual, entre otras disciplinas.

El encuentro con Miguelina Baró dio muchas luces: su hijo Miguel, ya fallecido, no quería que la entrevistara porque su madre no era, como me dijo, “un mono de vidriera”.  Muchos investigadores se llevaban las informaciones, desaparecían y nunca mostraban el resultado de aquellos encuentros. Esto me demostró que tenía que devolverle a Miguelina Baró y al mundo arará esos trabajos.

¿Qué vías han utilizado para mostrar el resultado de esas investigaciones?

―Lo que primero hicimos fue mostrarlo a la comunidad académica, a través de eventos en los cuales participo de manera activa. Con mucha suerte nuestros documentales han llegado hasta importantes circuitos de exhibición como el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, la Muestra de Cine Itinerante del Caribe, que dirigía el amigo Rigoberto López, en el Canal Educativo y el Canal Habana, recientemente.

Es importante la televisión, dada la poca visibilidad que tiene en la pequeña pantalla esa parte de la cultura cubana. Indudablemente hay que trabajar muy fuerte, sin imposiciones, para que directores, guionistas, realizadores audiovisuales… se den cuenta que esto es parte importante de nosotros y que por tanto, aquel esfuerzo que hizo Fernando Ortiz en el Teatro Campoamor el 30 de mayo de 1937 cuando la música yoruba ocupa, por primera vez en nuestro país, los escenarios teatrales. Allí fue presentado un concierto afrocubano auspiciado por la Sociedad Hispano-Cubana de la Cultura.

El Proyecto Etnovisual AfroKuba, —perteneciente también al Comité cubano de «La ruta del esclavo» de la UNESCO— mantiene una activa presencia en redes sociales. Puede encontrar noticias y videos del Proyecto en Facebook, YouTube, Instagram y en su sitio web: www.afrokuba.net

Escuche aquí el fragmento de la entrevista:

«Mi rumba no va a parar», un tesoro dentro de la fonografía cubana

Bajo la dirección general y musical de Wilmer Ferrán Jiménez y la producción musical de Manolito Simonet, la nueva producción discográfica del grupo RUMBATÁ titulada «Mi rumba no va a parar» tuvo su presentación en la provincia de Camagüey a la que acudió el profesor Miguel Ángel García Velasco, invitado por la agrupación.

Fotos de la agrupación tomadas de su perfil en Facebook

De los diez temas que componen el disco, cinco fueron compuestos por Wilmer Ferrán Jiménez, excepto las piezas “Te equivocaste” del maestro Adalberto Álvarez; “La Masa”, de Silvio Rodríguez; “El chino” (D.R); “Ventolera” de José Luis Extremera y “La guarapachanga” de Juan Rivera Prevot. 

«Mi rumba no va a parar» cuenta con la participación especial del cantautor Silvio Rodríguez y el Quinteto Babalú con una versión de “La guarapachanga” realizada por músicos colombianos y cubanos radicados en Medellín, tema en el que Rumbatá aporta tanto la base rítmica con las claves, los tambores batá, catá, chequeré, quinto, coros y el solista Hiordan Artiga Pérez.

Según se lee en las notas para el disco, Rumbatá ya suma cuatro fonogramas bajo la producción musical de Manolito Simonet, destacado artista que ha decidido acompañar nuevamente los pasos de la prestigiosa agrupación rumbera por el mundo discográfico.

«Mi rumba no va a parar» es el primer CD grabado en el Estudio de Grabación Caonaode la EGREM Camagüey con el sello Bis Music.

Para la musicóloga Heidy Cepero, “esta obra constituye un tesoro dentro de la fonografía cubana, porque logra agrupar rumbas antiguas con las de creación más reciente. En su afán de redimensionar la tradición rumbera de todos los tiempos, acredita la vitalidad de una rumba de genuina elaboración y sabor camagüeyano, y confirma la madurez conceptual de la agrupación”.

Santiago de Cuba: compromiso con nuestras raíces

Del 1 al 5 de febrero el profesor Miguel Ángel García Velasco, fundador y director del Proyecto Etnovisual AFROKUBA, ofreció distintas charlas y conferencias en la siempre hospitalaria Santiago de Cuba, una ciudad donde se funde lo africano, lo francés y lo caribeño con lo español; donde se mezclan el ritmo de la música y la imponente luz de su sol; donde todos los mitos, leyendas y tradiciones convergen.

La exhibición de algunos documentales producidos por AFROKUBA en la Casa del Caribe (Casa de las Religiones) marcó el inicio de nuestro recorrido el cual también incluyó un encuentro con integrantes del Ballet Santiago que dirige la maestra Zuria Salmón, así como un intercambio con profesores y estudiantes de ballet y danza de la Escuela Profesional de Arte “José María Heredia” y la Universidad de las Artes (ISA). Filial Santiago, donde nos acompañaron los maestros Yoilán Maceo y Mariela Montes.

No pudo faltar una visita al santuario que guarda con celo la estatuilla de la Virgen de la Caridad del Cobre y en el mismo poblado apreciar una de las obras más conocidas del artista Alberto Lescay: el Monumento al Cimarrón.

También significativo fueron los encuentros con la cantante Berta Armiñán Linares, una de las glorias del Ballet Folclórico de Oriente y con la ilustre maestra Tania Bell, albacea de la obra de Manuel Ángel Márquez y de Jorge Lefebre.

Orgullo inmenso al poder visitar a Milián Galí Riverí, uno de los íconos de la percusión folclórica en Cuba; a la Dra. Marta CordiéJackson, directora del Centro Cultural Africano Fernando Ortíz y tener la posibilidad de participar en los ensayos del Proyecto Musical “Ashé” que dirige Enrique Orozco.

Compartimos además con el equipo de dirección de la Compañía Teatro Danza del Caribe, bajo la dirección de la maestra Bárbara Ramos Caballero y los maîtres Lázaro y Eduardo Salas, así como el sacerdote Osvaldo Salas, todos vinculados profesionalmente al gran Eduardo Rivero Walker.

No faltaron el encuentro con los medios provinciales: el canal Tele Turquino y la emisora CMKC Radio Revolución.

Nos despedimos de Santiago, sólo por esta vez, enormemente satisfechos por todas las jornadas de trabajo con artistas, bailarines, investigadores… defensores de nuestras raíces.